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El escándalo de Volkswagen hunde al automóvil y a sus proveedores en toda Europa

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El Instituto Alemán de Investigación Económica advierte de una posible pérdida masiva de empleos y de una sacudida para todo el sector. El escándalo de Volkswagen podría tener más de un efecto inesperado en la economía alemana, pero también en la europea. La denuncia de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense, así como la consecuente multa millonaria, después de que se hayan reconocido irregularidades en la medición de las emisiones contaminantes de los vehículos diesel del grupo, ya dejan ver sus consecuencias en el hundimiento bursátil por el que está pasando la compañía.

No obstante, de acuerdo al Instituto Alemán de Investigación Económica (el Deutsches Institut für Wirtschaftsforschung, DIW), el daño de imagen, la posibilidad de tener que pagar hasta 18.000 millones de dólares, los costes de la retirada de modelos en el mercado y el castigo de los accionistas podrían ser lo de menos. El mayor problema recaería en la pérdida masiva de empleos, y en la sacudida por la que pasará todo el sector.

El presidente del instituto, Marcel Fratzscher, ha asegurado a Bild que el escándalo afectará inevitablemente a otros fabricantes de automóviles, aunque no tengan culpa alguna de lo sucedido. También el ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, se ha mostrado preocupado por la reputación de la industria automovilística alemana y especialmente por Volkswagen.

Y es que, aunque otros fabricantes, como BMW y Daimler no se hayan visto afectados por méritos propios, se puede prever ya que su futuro se oscurezca. Pero los problemas no conocen fronteras: el sector del automóvil se hunde en toda Europa.

Las autoridades de la Unión Europea ya han confirmado la celebración de una reunión con las alemanas «muy pronto», para hablar del escándalo. Y es que el miedo a que el resto de compañías puedan estar desempeñando prácticas similares está haciendo mella en los mercados de valores de toda Europa.

Volkswagen se hunde en torno al 20% este martes, después de confirmar que revisará sus objetivos de ganancias para el 2015 y dejará preparado un fondo de 6.500 millones de euros para cubrir los costes relacionados con el escándalo (la pérdida de capitales con la caída bursátil asciende a los 14.000 millones). Un varapalo que se suma a las fuertes caídas que ya sufrió ayer. Pero no es la única cotizada que paga por el escándalo.

BMW se deja un 5% y Daimler un 6%. Las francesas Peugeot y Renault se han recortado en torno al 7%. Y, mientras, las proveedoras de neumáticos y acero, respectivamente, de Volkswagen, Continental y ThyssenKrupp, se dejan más de un 4%.

Un panorama que ensombrece las perspectivas a corto plazo en el sector y los relacionados, y afecta muy especialmente al empleo.

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