Especial Resumen de Mercados

La libra, la gran víctima del Brexit

Billetes de Libras

La divisa británica se ha desplomado alrededor de un 11% en su cruce con el euro y de un 15% frente al dólar desde el referéndum sobre la salida de la UE. La inesperada victoria del Brexit en el referéndum celebrado el 23 de junio ha golpeado con fuerza la cotización de la divisa británica. El desplome se acentuó en octubre, después de que la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, pusiera fecha al inicio del proceso de desconexión de la UE y crecieran los temores a un ‘divorcio’ duro. Sin embargo, el descenso se ha suavizado en las últimas semanas tras conocerse la decisión del Tribunal Superior de Londres, que ha dictaminado la obligación de que el Gobierno cuente con el permiso del Parlamento para ‘divorciarse’ de la UE.
 
En estos cinco meses, la libra ha perdido alrededor de un 11% en su cruce con el euro, un periodo en el que ha llegado a tocar mínimos respecto a la moneda única en seis años. Frente al dólar, el descalabro se acerca al 15% y se han llegado a tocar cotas nunca vistas desde la era Thatcher y Reagan.
 
Más de tres décadas después, la libra esterlina vuelve a intercambiarse por poco más de 1,20 dólares. El mismo día de la votación en Reino Unido sobre la permanencia en el bloque de los Veintiocho, la divisa británica alcanzó sus máximos del año respecto a la estadounidense, al canjearse por 1,48 dólares, pero al día siguiente, cuando se desveló el triunfo del Brexit, sufrió un desplome de más de un 8%, hasta cerrar en los 1,368 dólares. No se ha recuperado desde entonces y se encuentra ya en niveles de 1,25.
 
Actualmente, la libra se intercambia en 1,16 euros (ha llegado a estar en los 1,09), frente a los 1,30 euros con los que cerró el 23 de junio. En este caso, el día 24 la caída fue de cerca del 6%, hasta los 1,23 euros.
 
Ante el miedo a un Brexit duro, es decir, a una ruptura total de las relaciones, las firmas de analistas han recortado sus expectativas respecto a la libra esterlina. JP Morgan cree que caerá a finales de año a los 1,05 euros, cerca de mínimos (que se sitúan en los 1,04), mientras que HSBC estima muy probable que las dos divisas alcancen la paridad en 2017.
 
Estos niveles ya se han tocado en los en las casas de cambio instaladas en los aeropuertos de Reino Unido, en los que la libra se paga incluso por debajo de la moneda comunitaria. La tasa media de cambio disponible en las oficinas de los 17 principales aeropuertos del país ha alcanzado los 0,99 euros por cada moneda británica, aunque se han llegado a ver, por ejemplo, tasas de 0,88 euros por cada libra en el de Southampton.
 
Una de las consecuencias de la depreciación de la divisa es que, al cambio, multitud de productos resultan mucho más baratos que en otros países europeos, hasta tal punto que merece la pena viajar a Londres para adquirirlos. La diferencia puede ser tan amplia que compensa un billete de ida y vuelta en aerolíneas ‘low cost’ y, de momento, la compra no supone ningún impuesto adicional.
 
Pero el efecto más relevante de la caída de la libra vivido hasta ahora se dejó sentir en la cesta de la compra de los británicos. La situación desencadenó una disputa entre la cadena de supermercados Tesco y el gigante del consumo Unilever: este último, que engloba marcas como la mayonesa Hellmann’s, el suavizante Mimosin o los helados Ben & Jerry’s, quería elevar el precio de sus productos a los supermercados, alegando que buena parte de ellos se producen en el extranjero y le estaban resultando más caros con el cambio de divisa; Tesco se negó a asumir este encarecimiento y retiró sus artículos de su web y de sus tiendas. Finalmente, el rifirrafe, bautizado como ‘la crisis de Marmite’ en referencia a una crema de untar a base de levadura muy común en los desayunos en Reino Unido, se resolvió, pero ha quedado como muestra de las consecuencias del Brexit para los ciudadanos del país.
 
Otras multinacionales también han reaccionado. Apple ha llegado a subir más de un 20% el precio de la mayor parte de sus productos en el Reino Unido para compensar la depreciación de la libra esterlina.

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