Mercados

La incertidumbre económica hunde a los mercados financieros españoles

La Bolsa española registró hoy una de sus jornadas más negras desde el estallido de la crisis económica. Su principal indicador, el Ibex 35, se depreció un 5,94%, hasta los 10.241,70 puntos. Habría que remontarse a noviembre de 2008, poco después de la quiebra de Lehman Brothers, para ver una caída similar. Los 35 valores que componen el índice cerraron con pérdidas y en algunos casos, como el de Ferrovial, superaron el doble dígito.

En un sólo día, el índice selectivo ha dicho adiós a 700 puntos y ha pulverizado las dos barreras de resistencia que más inquietaban a los analistas, situadas en los 10.500 y los 10.300 puntos. Si sus previsiones de hace una semana siguen ahora en pie, entramos en un terreno absolutamente desconocido.

Una de las explicaciones más extendidas es es la vulnerabilidad de la economía española, con más de cuatro millones de parados y un déficit público del 11,4%, ya no podía continuar pasando desapercibida por el mercado, sobre todo después de que ayer el Ejecutivo elevara la previsión de déficit para este año al 9,8%. El pánico se habría apoderado de los inversores y el sector financiero fue el más perjudicado. El Santander perdió un 9,7% de su capitalización, a pesar de que hoy presentó los segundos mejores resultados en su historia (casi 9.000 millones de euros en 2009). Tal y como recordó el director financiero de la entidad, José Antonio Álvarez, el banco es tenedor de aproximadamente 17.000 millones de deuda pública española. BBVA perdió un 8%, mientras que el Popular se dejó un 6,9%.

Junto a él destacaron otras ‘británicas’ del Ibex español, como Ferrovial (-11,3%), tal vez porque vuelve a estar envuelta con problemas con el regulador británico por los problemas con su filial BAA, gestora de aeropuertos en Londres. Sólo Telefónica consiguió escapar. De hecho, su caída puede calificarse de moderada (-3,4%) y lo más sorprendente es que el volumen de negocio de sus acciones sólo alcanzó más o menos un tercio de la cifra habitual. Quizá sea porque los resultados de Vodafone la han ayudado al mostrar ya señales de recuperación del consumo internacional.

Mientras, el Reino Unido prefiere desentenderse de las dificultades que enfrentan algunos Estados europeos. El portavoz del primer ministro Gordon Brown dijo hoy a la agencia Dow Jones que estos problemas son competencia exclusiva de la zona del euro. Preguntado sobre si el Gobierno británico está preocupado por el riesgo de contagio de nerviosismo del mercado, el portavoz dijo que esta “es una cuestión de la zona del euro” y no del Reino Unido.

Otras versiones sobre lo sucedido hoy en la Bolsa española incidían en el miedo de los inversores institucionales extranjeros ante la posible evolución de la economía española. La mayor parte de las oficinas centrales de los fondos internacionales que operan en el mercado español están situadas en Londres. Hoy, este diario ha tenido muchas dificultades para contactar con las gestoras de la City. Sin embargo, George Papamarkakis del hedge fund North Asset Managemet, afirmó a EL BOLETÍN que la fuerte caída del Ibex 35 es “completamente lógica”. En su opinión , aunque la economía española sea más fuerte que la griega, el país sufre los mismos síntomas. “Esperamos una fuerte caída en el gasto de los consumidores, como consecuencia del desempleo, en un momento en el que este punto era fundamental para la recuperación económica”, afirma este experto. Así, que ahora mismo“No encuentro argumentos para entrar ahora en la Bolsa española”, añade.

Las empresas del sector en el que trabaja Papamarkakis han estado especialmente activas hoy en la Bolsa española. Al cierre de la sesión, varios hedge funds y empresas de capital privado comunicaron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) las posiciones cortas que han tomado en los bancos españoles. En las últimas semanas, los especuladores han vuelto a tomar posiciones bajistas en los bancos españoles. Según los últimos registros de la Bolsa, el 23,56% de las acciones del Santander se hayan en préstamo. En el caso del BBVA, este porcentaje alcanza el 16,37%.

Además, el fondo de inversión Blackrock ha declarado una participación indirecta del 4,45% en BBVA y del 4,7% en el Santander como consecuencia de la adquisición de la gestora de activos de Barclays.

Todo este festival bajista ha estado provocado por un volumen de negociación de 5.159 millones de euros, más del doble de la media diaria. El número de títulos negociados ascendió a 503.369.

Los analistas españoles consultados por este diario atribuyen el fuerte retroceso del Ibex 35 a los temores sobre la deuda española. “Se nos compara con Grecia y se apunta a que correremos la misma suerte”, apunta José Luis Martínez, de Grupo Ahorro de Gestión. “El inversor está abandonando el mercado y no se puede saber cuando volverá”, añade.

Tal y como sucedió ayer, la renta variable europea minimizó el castigo de la Bolsa española. Aunque poco antes del cierre de la sesión los recortes se ampliaron. Así, el Eurostoxx 50 cerró con una caída del 3,1%, mientras que otros como el Dax alemán o el Cac francés perdieron un 2,5% y un 2,7%, respectivamente. En cambio, el pánico también se apoderó de los mercados periféricos. Así, la Bolsa de Portugal seguía la senda de la española al perder más de un 5% de capitalización.

Los temores sobre las cuentas públicas españolas también han comenzado a reflejarse en las últimas emisiones de deuda soberana. Hoy le tocó el turno al Tesoro después de que ayer el ICO tuviera que ofrecer una prima extra de rentabilidad en su colocación de bonos

El Tesoro vendió 2.517 millones de euros a tres años con un interés del 2,662%, nada menos que 500 puntos básicos por encima del porcentaje registrado en la anterior subasta de similares condiciones, el pasado 3 de diciembre, que fue del 2,151%. El importe adjudicado se situó dentro del objetivo previsto de colocar entre 2.000 y 3.000 millones de euros, aunque los inversores solicitaron 4.665,98 millones de euros. Ayer mismo, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) tuvo que aumentar también el interés de una emisión. Consiguió colocar finalmente 1.000 millones de euros, después de verse obligado a elevar en 15 puntos básicos más el diferencial sobre el midswap, lo que dejó una rentabilidad final del 3,28%.

Cada vez son más las voces que alertan sobre las finanzas públicas españolas. Incluso el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, entre otros, ha comparado la situación de España con la de Grecia. Además, son incesantes los rumores del mercado que apuntan a una inminente baja del rating por parte de Fitch y Moody’s.

De nada ha servido que ambas agencias de calificación lo hayan negado para evitar que se hayan producido nuevos repuntes en el diferencial de rentabilidad entre el bono español de referencia y el alemán hasta los 98,4 puntos básicos desde los 91 puntos de ayer. El ‘yield’ de la deuda española a diez años alcanza ya el 4.154 %. Mientras, los credit default swaps (CDS), o seguros de impago, a cinco años repuntaban desde los 152 hasta los 165 puntos básicos.

Las decisiones del Banco de Inglaterra y del Banco Central Europeo apenas han aliviado la tensión. El organismo que preside Jean Claude Trichet ha decidido mantener los tipos de interés de referencia en sus mínimos históricos, el 1%, tras la reunión de hoy del Consejo de Gobierno. La autoridad monetaria británica en el 0,5%.

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