Las compañías eléctricas han comenzado a beneficiarse de la fuerte caída de precios en el mercado mayorista de la energía, que se encuentran en mínimos históricos desde enero. El sector ha visto cómo se reducen los costes de generación, al mismo tiempo que ha conseguido mantener los márgenes de comercialización .
El precio del ‘pool’ se sitúa actualmente en los 23,1 euros por megavatio (MW), más de la mitad de lo que valía el año pasado. La media de los últimos diez años se situaba en los 45 euros por MW. Los analistas consultados justifican las caídas por dos razones, una coyuntural y otra estructural. La primera se refiere al incremento del 86% en la producción hidráulica, con unas reservas que se encuentran al 72%, el récord de la última década. Los expertos explican que la mayor producción hidráulica (entra a coste 0 al igual que las nucleares) obliga a desplazar del pool a las tecnologías fósiles más caras e ineficientes.
La segunda, por la gradual reducción del “hueco térmico” (presión sobre generación ordinaria) como consecuencia de la menor contribución de tecnologías de base como carbón, gas o nuclear, y más de renovables.
Los expertos consideran que el hecho de que los precios del pool estén históricamente bajos tendrá un impacto positivo para el sector energético porque los costes de generación del sistema eléctrico serán menores y reducirán futuras tensiones en el déficit tarifario (un agujero que ya supera los 15.000 millones de euros) y en el riesgo regulatorio.
Los analistas tampoco esperan que tengan un efecto negativo sobre los márgenes de generación y comercialización de las eléctricas gracias a las políticas de hedge, es decir, los contratos de cobertura firmados ya y que protegen a las compañías de las oscilaciones de los precios. Estos márgenes se han estrechado frente a 2009, pero la razón fundamental no se encuentra en el comportamiento del pool español sino en la desfavorable coyuntura económica.
Entre las compañías más protegidas los expertos señalan a Iberdrola y su filial Renovables. En cuanto a la primera, los analistas destacan su mayor peso de energía hidráulica. Su filial renovables a pesar de tener un 85% de su parque eólico en España expuesto al régimen transitorio cuenta con una política de hedge del 100% de su producción eólica en España hasta julio de 2011.
