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El precio del petróleo cae hasta acercarse otra vez a los 76 dólares

Los constantes síntomas de desaceleración económica de EEUU comienzan a reflejarse en el precio del petróleo, que retrocedía hoy de nuevo hasta situarse apenas por encima de los 76 dólares el barril a la espera de que el Departamento de Comercio disipe las dudas y publique este mismo viernes la primera estimación del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre del año.

El precio del oro negro bajaba hoy un 1,38% hasta colocarse en 76,40 dólares el barril, muy lejos ya de los 100 dólares que llegó a alcanzar a principios de 2008, antes de la quiebra de Lehman Brothers.

Los cada vez más claros síntomas de que la crisis está lejos de su final repercuten en el precio del oro negro, ante la especulación de los inversores de que la desaceleración económica tendrá su repercusión sobre la demanda de combustibles. En las últimas fechas no han dejado de sucederse referencias macroeoconómicas, especialmente en EEUU (principal consumidor mundial de petróleo), que dejan en evidencia la debilidad de la economía mundial.

Hoy mismo, el Departamento de Comercio de EEUU ha publicado que los pedidos de bienes duraderos cayeron en junio de manera inesperada un 1% ante la debilidad de la demanda de aviones, maquinaria y electrónica. Ayer, el jarro de agua fría llegó de la mano de la confianza del consumidor, que bajó hasta los 50,4 puntos, la cifra más baja desde el mes de febrero.

Las cifras publicadas hoy por la EIA parecían confirmar estos temores de que un nuevo bache en la economía repercuta sobre el mercado petrolero. Según la agencia americana, los inventarios de petróleo aumentaron la semana pasada de manera inesperada hasta los 7,3 millones de barriles. Los analistas del mercado no habían esperado una subida mayor en el stock a los 3,2 millones de barriles, casi la mitad de la cifra definitiva.

La caída de la demanda del oro negro se produce además en un momento en que las petroleras están en el ojo del huracán por los últimos derrames de crudo en el Golfo de México y en las aguas de China. La petrolera BP, responsable del vertido frente a las costas de Miami, ya anunció ayer que la catástrofe ecológica le ha supuesto unas pérdidas de 15.363 millones de euros. De no haberse producido el vertido, la compañía británica habría acumulado entre abril y junio unos beneficios antes de impuestos de 4.755 millones de euros, tras ganar 3.380 millones en el primer parcial del año.

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