La especulación bursátil no tiene límite en Reyal Urbis. Tras haberse apuntando un explosivo y mantenido ‘rally’ al entrar en preconcurso de acreedores, la inmobiliaria ha cotizado sus reconocidas dudas en torno a su viabilidad futura con alzas de hasta el 37% este miércoles. El mercado descuenta que esquivará la quiebra a golpe de dación en pago, pero los expertos discrepan de un escenario tan amable como el que la Bolsa parece presentar.
En una nota explicativa de su actual situación, tras la entrada en preconcurso de acreedores el pasado 23 de octubre, Reyal Urbis reconoce ante el supervisor del mercado de valores que “por el momento no resulta posible efectuar una manifestación expresa sobre la viabilidad futura de la empresa”. Sin embargo esto no ha impedido que los inversores de perfil más especulativo volvieran a apostar por una compañía que, de momento, solo cuenta con un plan de reestructuración de deuda que sus acreedores deben confirmar para salvar su quiebra.
De este plan, redactado por la propia compañía, no ha trascendido detalle alguno más que presenta unas condiciones “razonables en las actuales circunstancias” y que se viene moviendo por los despachos de los bancos desde comienzos de este año. Sin embargo, dicen algunos expertos, ni entonces se ganó su confianza ni ahora lo hará a no ser que se recurra a fórmulas como la dación en pago para esquivar de una parte la quiebra de la cotizada y, de otra, el agujero financiero que la no devolución de los créditos supondría para la compañía.
En este sentido, la propia inmobiliaria apunta hacia la realización de activos -venta o dación en pago- como “principal fuente de recursos para atender a la deuda”. Una posibilidad a la que los inversores más arriesgados parecen aferrarse en el juego de sillas en que se podría terminar convirtiendo el ‘trading’ en Reyal Urbis, advierten los gestores de perfil más conservador. En cualquier caso, según la propia cotizada, se hace de vital importancia para el futuro de la compañía extender los plazos de pago de deuda y rebajar los importes a abonar.
Por lo que se refiere a la dación en pago, algunos analistas defienden que esta posibilidad ha cobrado más fuerza desde el cierre de los detalles del ‘banco malo’ con el que se espera sanear los enladrillados balances del sector financiero español. En esta línea, entienden que las entidades acreedoras de Reyal Urbis cuentan con una salida asegurada para los inmuebles que recibieran de la compañía. Sin embargo, el camino no es tan fácil como lo dibujan para la cotizada.
El pasivo de Reyal alcanza los 4.301 millones de euros y sus activos tan solo suman 4.193,7 millones, según una reciente valoración externa. Por si fuera poco, comunica la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, “la práctica totalidad de los activos inmobiliarios de la sociedad y su grupo se encuentran hipotecados en garantía de préstamos con garantía real, en garantía del crédito sindicado y de las deudas con la Hacienda Pública”.
En medio de todas estas disquisiciones sobre el futuro de la compañía ladrillera, sus acciones recuperan el precio de cotización anterior al preconcurso. Este miércoles, según se acercaba el cierre de sesión, el rebote se moderaba hacia el entorno del 22% sobre el cierre de ayer, con un volumen de negocio que quintuplicaba su media anual de una jornada completa. Los saldos netos compradores más abultados sobre la firma los marcaban las mesas de Santander, Finanduero -el bróker de Caja España Duero- y Selfbank, mientras que en ventas lideraban el Popular, CaixaBank y Banesto.
