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El suministro energético de Europa, en jaque por Libia

Las revueltas contra el régimen de Gadafi son cada vez más violentas y las fuerzas de seguridad comandadas por el dirigente revolucionario las reprimen con crueldad y se habla de más de mil muertos en el país norteafricano. Esta situación ha llevado a la suspensión de la actividad en varias plantas energéticas sitas en Libia, lo que podría poner en serios aprietos el abastecimiento energético de Europa.

Las protestas en Trípoli no cesan en su escalada de virulencia y, de mantenerse esta situación en los próximos días, el suministro de energía en Europa podría quedar en entredicho. La alerta se ha disparado con el anuncio de la italiana Eni, que se ha visto obligada a cerrar el gasoducto ‘Greenstream’ que proporciona suministro a Italia desde Libia a través del Mediterráneo. Ya ayer, la compañía energética anunciaba su decisión de reducir el caudal del gasoducto un 10%, pero hoy se ha visto forzada a cerrar su flujo.

Roma, que mantiene fuertes vínculos comerciales con Libia debido a su antiguo vínculo colonial, es uno de los países que más perjudicado puede quedar de prolongarse la situación de inestabilidad. La Bolsa de Milán se deja un 0,42% próxima ya a su cierre y Eni, a pesar de reafirmarse en que el suministro de gas a Italia está asegurado, se deja un 1,10% en esta sesión bursátil.

El barril de crudo aumenta de nuevo su precio tras el anuncio de que varias petroleras como Repsol abandonan temporalmente Libia, el tercer productor petrolero de África. Arabia Saudí, que busca evitar por todos los medios que las revueltas traspasen sus fronteras, se ha comprometido a elevar su producción para compensar cualquier caída en la producción global de crudo para evitar situaciones como en la Guerra del Golfo. Sin embargo, los inversores desconfían de la falta de concreción de este anuncio y de unos precios un 24% más caros que hace un año, con el barril Texas un 2,57% arriba hoy hasta los 97,90 dólares.

Frente a estos temores en lo que se refiere a la escasez de fuentes energéticas en Europa, se relaja la tensión por tercer día consecutivo sobre las materias primas. Si antes del estallido de las revueltas, el acopio llevado a cabo por estos países hacía escalar los precios del trigo o la soja, ahora las revueltas hacen pensar en que África y Oriente Medio, que representan el 32% de la demanda global de ‘soft commodities’, bajen su consumo de estas materias en el medio plazo. El celemín de trigo ha caído ya casi un 6% a los precios más bajos desde 2008. El maíz, por su parte, se cotiza un 6,7% más barato que hace tres días.

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