Mercados

La falta del petróleo libio dispara el precio de la gasolina

En el mundo hay petróleo y petróleo. Es decir, que hay un petróleo de mayor calidad y otro de menor calidad, como también sucede con otros muchos productos. Y el que producen los campos libios, para desgracia de los conductores de vehículos, es de los mejores y más apropiados para la fabricación de gasolina, pues apenas necesita ser tratado en refinerías antes de llegar a los depósitos, y por lo tanto su coste es menor. Por este motivo, la crisis política que atraviesa el país norteafricano no se ha limitado a disparar el precio del crudo -que ya supera los 100 dólares por barril- sino también el de la gasolina, que ya cotiza a 51 céntimos el litro en EEUU y a 1,284 euros el litro en España.

La diferencia entre EEUU y España es que en el país norteamericano apenas se importa un 2% de crudo libio, y por lo tanto hay un menor impacto, pero aún a pesar de este modesto porcentaje el precio de 51 céntimos de euro el litro es un precio registrado tras varias semanas de subidas. El Viejo Continente en su conjunto, sin embargo, es mucho más sensible a las exportaciones que llegan desde el norte de África y se esperan unas subidas más agudas.

Según la opinión de los expertos, la catástrofe que se avecina si las revueltas libias se convierten -tal y como ha vaticinado el dictador del país, Muanmar el Gadafi- en una guerra civil será notoria. Pues ya no sólo supondría una escalada aún mayor en el precio del petróleo (hoy los precios del barril de Brent han rozado los 120 dólares por unidad), que ya ha alcanzado máximos de dos años, sino que además repercutirá de manera negativa en los costes de la gasolina aunque otros países productores de petróleo traten de amortizar el daño y estabilizar el sector incrementando sus propias producciones. Pues, como ya se ha dicho, hay petróleo y petróleo.

Y aunque, por ejemplo, Venezuela aumente su producción para mantener la producción prevista de esta materia prima, el crudo del país bolivariano debería recibir un tratamiento mucho más elaborado para que pueda ser utilizado como combustible y, en consecuencia, el precio de la gasolina seguiría al alza.

Por lo tanto, el riesgo de inflación que advirtieron desde el BCE la semana pasada podría ser aún mayor si se tiene en cuenta este factor. Y los analistas han calculado, además, que por cada 10 dólares de más en el precio del crudo, el crecimiento del producto interior bruto global se ralentizará medio punto porcentual. Esto quiere decir que la recuperación económica mundial se puede ver cuestionada una vez más.

Además, la tensión política que tiene lugar desde comienzos de año en el norte de África y buena parte de Oriente Medio, y que ya se ha saldado con dos derrocamientos, ha cogido desprevenidos a los grandes fondos de inversión estadounidenses, que tienen en la región intereses por valor de 371.124 millones de dólares (270.500 millones de euros).

La atracción de la zona viene dada por los grandes yacimientos de gas y petróleo que existen. Esos mismos yacimientos son los que han dado lugar a unas inversiones de 308.006 millones de dólares (unos 224.500 millones de euros) en acciones relacionadas en este sector por parte de grandes fondos como Fidelity Management & Research Company (55.462 millones de dólares), Capital World Investors (43.197 millones de dólares) o Capital Research Global Investors (38.631 millones de dólares), según un informe elaborado por Thomson Reuters.

Además, varios de estos fondos como Fidelity Management & Research Company son, a su vez, importantes tenedores de deuda relacionada con el sector. En total los fondos estadounidenses tienen 63.118 millones de dólares en bonos (unos 46.000 millones de euros), lo que supone un 89% del total de las emisiones relacionadas. El ranking lo lidera PIMCO, uno de los fondos de inversión más grandes del mundo.

La cantidad total que estos fondos tienen expuestos suponen algo más de la cuarta parte del PIB de España, que supera por poco el billón de euros.

La crisis del norte de África parece lejos de terminar. Tras las protestas que lograron derrocar al presidente de Túnez, Abdine Ben Alí, y al de Egipto, Hosni Mubarak, ahora es el dictador libio, Muanmar el Gadafi -importante aliado de Silvio Berlusconi- el que se enfrenta a una revuelta que ya ha conseguido arrebatarle la parte oriental del país. Además, también se han registrado importantes revueltas en Bahréin, Argelia, Marruecos y Yemen.

Más información