La Bolsa de Nueva York amanece con ánimos renovados gracias al optimismo que reina en los principales selectivos europeos y a pesar de la división que mostró ayer la FED respecto a la política monetaria. No hay grandes referencias macro que guíen a los inversores en sus operaciones.
La confianza que se ha extendido entre los inversores de las plazas europeas ha cruzado el charco y ha calado con fuerza en el parqué neoyorquino, a pesar de la división que mostró ayer la Reserva Federal estadounidense (FED) respecto a la política monetaria que debe seguir el país. Mientras que algunos miembros apostaron en la última reunión por aumentar los tipos de interés y acabar con la política acomodaticia, el organismo decidió mantener esta tasa entre el 0% y el 0,25%.
Por otro lado, en el viejo continente hoy ha sido clave el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la política que ha adoptado España para salir de la crisis. Aunque también ha centrado la atención de los operadores bursátiles la subasta de deuda de Portugal. El país luso ha superado la prueba de fuego, aunque el Tesoro ha colocado sus letras a 6 y 12 meses a una rentabilidad mucho más elevada que la que alcanzó en la colocación anterior.
La empresa más destacada es Monsanto, que ha presentado sus cuentas del segundo trimestre. El él obtuvo un beneficio de 1.000 millones de dólares, frente a los 887 millones del mismo periodo del año anterior. A pesar de los buenos datos, los títulos de la compañía caían un 1,28%.
