La tensión se ha incrementado una vez más sobre la deuda de los países más cuestionados de la zona del euro. Los expertos señalan a una posible reestructuración de deuda griega como principal causante de esta situación, pues de darse una quiebra técnica en el país mediterráneo los inversores temen que ésta se extienda por el continente tal y como lo han hecho, hasta el momento, los rescates financieros. La prima de riesgo de los bonos soberanos griegos a diez años ya alcanza los 1.376 puntos básicos y su rentabilidad roza el 17%.
El debate en torno a un segundo rescate para Atenas, que ya recibió 110.000 millones de euros hace un año -que por lo visto no han servido para alejar la incertidumbre que existe sobre la economía del país-, ha vuelto a levantar voces críticas que exigen una reestructuración de los bonos griegos. Esto quiere decir que el Tesoro de Grecia dejaría de pagar parte de lo que debe a sus acreedores (principalmente bancos europeos) o pagaría la cantidad íntegra, pero a plazos o más tarde de lo previsto.
El miedo a que esta salida se extienda se ha visto reflejado en los datos de otras deudas europeas. En concreto, la deuda española con vencimiento a diez años ofrecía una rentabilidad del 5,474%, unos 241 puntos básicos por encima del interés ofrecido por el bund. Por su parte, el coste de asegurar los bonos españoles frente al riesgo de impago (CDS) experimentaba un considerable incremento y llegaba hasta los 253 puntos, lo que implica un coste anual de 253.000 euros por la emisión de diez millones de euros en bonos a cinco años, frente a los 247,5 puntos del anterior cierre.
Los papeles italianos ya han alcanzado el 4,78% de rentabilidad, y se han situado a 170 puntos básicos de los papeles germanos. Los bonos irlandeses y portugueses cotizaban a un rendimiento del 10,68% y 9,27%, respectivamente. El Tigre Celta recibió ayudas internacionales por valor de 85.000 millones de euros el pasado mes de noviembre, mientras que Lisboa ha solicitado a Bruselas 78.000 millones de euros que fueron aprobados hace unos días.
Los máximos anuales que roza la prima de riesgo española también afectaron a la Bolsa, que regresó a la zona de mínimos de dos meses. El Ibex 35 registraba poco antes del cierre de esta edición una caída del 1,5%, mientras que los principales indicadores bursátiles de Europa también se sumaban a los retrocesos, aunque estos eran más moderados.
El mercado de divisas, el euro también se debilitó y retrocedía casi un 1% en su cruce con el billete verde, hasta marcar un tipo de cambio de 1,4169 dólares.
