Los inversores se vuelcan en el mercado de materias primas, con especial énfasis en los metales, ante la expectativa de que las economías emergentes generen a medio plazo una clase consumidora pujante que genere un fuerte incremento en la demanda global de estos bienes cotizados. Además, la incertidumbre y los problemas de deuda en Europa llevan a los inversores a refugiarse en estas ‘commodities’.
Las previsiones de crecimiento de los países emergentes han favorecido que los inversores vuelvan a apostar por el mercado futuros de materias primas frente a la renta variable o al convulso mercado secundario de deuda. Las advertencias sobre la posible creación de una burbuja en la cotización de algunas ‘commodities’, que hace unas semanas provocan el desplome en sus precios, ya parecen lejanas para algunos inversores que apuestan largo en este mercado, sobre todo en los metales.
El precio del oro no ha sido el que más ha rebotado hoy, pero las alzas por debajo del medio punto porcentual le han valido rebasar la barrera de los 1.530 dólares por onza en el mercado de futuros para entrega en junio. A media sesión, su precio ha descendido en algo más de dos dólares, con lo que ha abandonado dicha marca, aunque algunos analistas han apuntado que quizá no por mucho tiempo. Esto se debe a la mayor demanda de metales y a la apreciación del dólar.
Mucho más fuerte ha sido el repunte de la plata, que en las últimas dos sesiones se ha anotado un ‘rally’ de casi el 7% para llegar a un precio de hasta 37,38 dólares por onza. También el cobre se ha apuntado a las alzas, ya que acumula un encarecimiento del 3,6%. Una cifra que le ha servido para salvar el descalabro del pasado lunes, en que cedió un 3,17%.
Los mercados bursátiles europeos, no han marcado una sesión uniforme, aunque próximos a su cierre se han inclinado por las alzas gracias al tímido empuje de Nueva York. Al cierre de esta edición, Milán encabezaba las ganancias con un 0,85% arriba y la plaza más rezagada era París, con avances de sólo el 0,18%.
En el mercado de deuda, los inversores han concedido una tregua a los bonos periféricos. La rentabilidad de los títulos españoles ha caído hasta el 5,40% a un ‘spread’ de 235 puntos básicos sobre los alemanes, que se han mantenido estables en un 3,05%. Los italianos (4,73%) han rebajado su diferencial en ocho puntos, hasta los 169 básicos, mientras que los griegos (16,95%) han acortado distancias en 34 peldaños, hasta los 1.390 puntos.
