La deuda de Portugal ha vuelto a sufrir presiones del mercado intensas a pesar de que las autoridades del país han reafirmado las previsiones macroeconómicas de la economía lusa y de que los desempleados han descendido un 4,4% en julio en relación al mismo período del año anterior. En este contexto, la rentabilidad de los bonos soberanos a diez años se ha situado en el 11% por primera vez en las últimas semanas.
Este incremento del rendimiento (que indica un aumento de la desconfianza hacia la solvencia del país) no ha afectado, sin embargo, a los bonos irlandeses -9,23% de rentabilidad- o a los griegos -17,6% de rentabilidad-, que se mantienen de este modo en las cifras registradas en jornadas anteriores. Por su parte, la deuda de España e Italia a diez años cotiza en el 5% y 5,01% respectivamente. El bund alemán sigue en el 2,16% y los papeles galos a diez años ofrecen a los inversores un rendimiento del 2,79%.
En este escenario, las principales bolsas europeas registran ganancias. Al cierre de esta edición el Ibex 35 subía un 0,6%, mientras que Londres lo hacía un 0,5%. Más pronunciadas eran las ganancias de París (+1,17%) y Fráncfort (+1,38%). Este optimismo contrasta con el cierre del mercado asiático, en donde el Nikkei 225 ha perdido más de un 1% (-1,07%) y la Bolsa de Hong Kong se ha dejado un 2,06%. En Estambul se registraban al cierre de esta edición ganancias del 0,6%, aunque en Tel Aviv (-0,2%) y El Cairo (-0,23%) había pérdidas.
En el mercado de materias primas la onza de oro costaba 1.849,1 dólares por unidad y el barril de Brent, a su vez, costaba 109,39 dólares por unidad. En cuanto a las divisas, el euro se podía canjear por 1,4437 dólares y la moneda estadounidense, a su vez, por 76,556 yenes japoneses.
