El Ibex 35 ha amanecido en su primer viernes de septiembre con caídas superiores al 2% (-2,19% al cierre de esta edición) tras conocerse que el número de parados españoles ha vuelto a subir tras cuatro meses de bajadas, un dato que ha colaborado a impulsar de nuevo la prima de riesgo de la deuda hasta los 300 puntos. La tendencia del parqué español se mostraba así en sintonía con el resto de grandes bolsas europeas, dado que Francfort se dejaba un 2,58%, París un 2,31% y Londres un 1,81%.
Los datos negativos parecen haber recogido el testigo del mercado asiático, en donde el Nikkei 225 cerró con pérdidas del 1,31% y la Bolsa de Hong Kong se dejó un 1,81%. En el Próximo Oriente, la Bolsa de Estambul ganaba no obstante más de un 2,1% (+2,13%) mientras que El Cairo (-0,16%) y Tel Aviv (-0,03%) se mantenían dentro del color rojo.
En este contexto las deudas soberanas de algunos países europeos empeoraban sustancialmente. Tal es el caso de Grecia, cuyos bonos a diez años han vuelto a superar -tras varios días evitándolo- una rentabilidad del 185 (18,14%). También sufre la desconfianza del mercado la deuda italiana al ofrecer en sus papeles a diez años un rendimiento del 5,19%. La deuda española en ese formato se mantenía estable con una rentabilidad por debajo del 5,1% mientras que los papeles portugueses (10,32%) e irlandeses (8,60%) ganaban el pulso semanal a la incertidumbre reduciendo el rendimiento ofrecido este viernes.
Por su parte, el bund germano seguía considerándose por los inversores como un valor refugio al ofrecer una rentabilidad del 2,11% mientras que los papeles soberanos a diez años de Francia cotizan a un rendimiento del 2,85%.
En cuanto al mercado de divisas, el euro se podía comprar por 1,4238 dólares y la moneda estadounidense, a su vez, por 76,810 yenes japoneses. La onza de oro se compraba a 1.850,5 dólares y el barril de Brent con entrega en octubre costaba 113,50 dólares por unidad.
