Mercados

Los especuladores sacan tajada de las refinanciaciones de las ‘small caps’

En el parqué madrileño no es oro todo lo que reluce y los acuerdos de refinanciación de deuda anunciados en las últimas semanas por algunas de sus cotizadas más pequeñas por capitalización son un claro ejemplo. La evolución bursátil de estas compañías en las últimas sesiones muestra que tan sólo las posiciones especulativas muy a corto plazo han sacado partido del efecto en Bolsa de estas operaciones.

Uno de los ejemplos más claros de esta situación está en los últimos compases de la cotización de Quabit. La inmobiliaria, conocida entre los expertos por una volatilidad que la convierte en foco frecuente de apuestas especulativas, anunció el pasado 19 de diciembre un acuerdo por el que vendería activos a sus acreedores a cambio del 25% de su deuda, que ascendía a 1.369 millones de euros.

En la sesión de ese día, el valor se apuntó un rebote de más del 24% al cierre hasta los 12,8 céntimos de euro por acción. Sin embargo, desde ese momento, Quabit no ha hecho más que retroceder hasta los 9 céntimos que valía poco antes del cierre de este martes. Un precio que, lo que es más, se queda un 12% por debajo de lo que marcaba cada título de la ‘small cap’ el día previo al vertiginoso rebote, sesión en la que ya medró un 7% gracias, según los brókeres más críticos con el valor, a que los rumores siempre llegan antes que la noticia.

Con el anuncio formal llega el momento de los inversores más adelantados de disparar el precio de las posiciones de venta y conseguir así una atractiva horquilla de beneficios. La otra cara de la moneda la ponen los inversores menos agresivos. Una vez dentro de la pequeña cotizada con poca liquidez y una maltrecha salud financiera, incluso a pesar de la refinanciación, no tiene más opción que “esperar al próximo ‘calentón’ o vender barato a quien él compró caro”, tal como señala uno de los brókeres consultados por este diario.

Sin embargo, el caso de Quabit no es el único ejemplo que ha copado la atención de inversores, analistas y medios en las últimas semanas. General de Alquiler de Maquinaria (GAM) anunció el pasado 27 de enero, después de meses de especulación y misivas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el aplazamiento hasta el fin de febrero de 118 millones de deuda a los que no ha podido hacer frente desde el pasado febrero de 2011.

A pesar de lo anecdótico de la cifra para una compañía que se enfrenta a serios problemas de caja, no faltó quien vio una oportunidad a corto plazo en el valor y consiguió calentarlo hasta un 6%. Ese último viernes de enero, GAM logró alcanzar los 0,58 euros por acción.

Este martes, poco antes del cierre de sesión, apenas se mantenía en los 0,43 euros, o lo que es lo mismo: se pagaba 10 céntimos más barata que en la sesión previa al anuncio. Quien entrase ese día al máximo precio y aún no haya conseguido salir o esté esperando tiempos mejores ya ha perdido un 25,9% de su inversión.

Mayor perspectiva temporal proporciona el gráfico de Prisa. El grupo mediático, incluido en el conjunto de pequeñas cotizadas del parqué español, celebró con alzas de casi el 2% un acuerdo ‘in extremis’ con sus acreedores el pasado 27 de diciembre.

Esta suerte de regalo de Navidad llevó a Prisa a tantear la zona de los 0,95 euros, pero desde entonces ya ha perdido 10 céntimos por el camino. Un retroceso del 10% que ha dejado a la cotizada, frecuente entre las que más volumen de acciones prestadas presenta en el último año, a un precio inferior a los 89 céntimos a los que se pagaba cada título antes del acuerdo con los bancos.

Esta especulativa en torno a las operaciones para aliviar o aplazar el endeudamiento de las cotizadas nacionales no es, sin embargo, patrimonio exclusivo de las presentes en el Ibex Small Cap. También NH Hoteles, que forma parte de las ‘midcaps’ del parqué madrileño generó con la aprobación de su nuevo calendario de vencimientos una oportunidad de oro para los inversores más arriesgados.

En la sesión previa a que se hiciese público el visto bueno de sus bancos acreedores, la hotelera se anotó alzas del 4,7% que se mantuvieron al día siguiente, el pasado viernes 3 de enero, con un repunte del 2,4%. Desde entonces, el valor ya ha perdido un 3% de su valor de mercado en solo dos sesiones y los expertos no esperan que el valor consiga remontar en el corto plazo a menos que se avance en el programa de desinversiones anunciado como contraparte del aplazamiento de pagos a la banca.

Los expertos advierten de que la falta de liquidez tradicional de las pequeñas y medianas cotizadas españolas se ha acentuado aún más en los últimos meses debido a la incertidumbre sobre la crisis de deuda soberana y la amenaza de la recesión. Dos circunstancias que animan a los inversores a apostar más por valores muy negociados, sobre todo por los ‘blue chips’, en lugar de buscar apuestas arriesgadas que, advierten los analistas, deberían gestionarse siempre entre cotas muy cerradas.

Sólo así, dicen, se puede evitar quedarse atrapado en un valor ilíquido y con escaso o nulo atractivo por fundamentales (beneficios, ratio deuda-Ebitda, rentabilidad) y, de paso, hacer el trabajo a los inversores de perfil más cortoplacista y especulativo.

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