La Comisión Europea ha desmentido hoy que sus técnicos piensen que España debe tomar dinero del Fondo de Rescate para sanear su maltrecho sistema financiero. Pero, a la vez, los rumores al respecto se extienden por unos mercados financieros que se muestran incredulos con las cifras del Gobierno, sobre todo porque aún no se ha hablado de como se piensa solucionar el principal problema: la viabilidad de Bankia.
La cotización de Bankia se ha hundido hoy hasta mínimos históricos al alcanzar en algunos compases de la negociación los 2,76 euros por título. Las condiciones de canje de sus preferentes y el hecho de haberse quedado sola en el baile de las fusiones pasan factura a la entidad (-2%), una jornada más a la cola del Ibex 35.
En lo que va de año, Bankia ha cedido ya un 23% de su valor en Bolsa. Frente a la indecisión que reinaba una sesión más en un mercado que titubeaba a ambos lados de la gráfica, la apuesta vendedora se ha hecho fuerte por segunda sesión consecutiva en la entidad presidida por Rodrigo Rato, que ayer anunció las condiciones para el canje de las preferentes de sus cajas integrantes por acciones. Unos criterios que, a juzgar por la reacción del mercado, no gustaron a los inversores por su efecto dilutivo y la creación de accionistas cautivos, explicaron los analistas.
Este martes, la gran parte de la banca cotizada española lograba arañar ganacias en los primeros cruces de la sesión negociadora, pero el hecho de que Bankia se haya quedado, por el momento, sin compañera de viaje en la segunda oleada de fusiones financieras en nuestro país ha pesado también en la evolución bursátil de la entidad de Rodrigo Rato. Un factor negativo unido al de constantes rumores sobre las desavenencias entre éste y su segundo, el presidente de Bancaja, José Luis Olivas.
Tras una hora de negociación, los gestores que más apostaban por las ventas del valor, en términos de saldo neto, eran JP Morgan, viejo cuidador de la entidad;?la mesa madrileña de Bankia Bolsa y la valenciana de Interdin Bolsa. En las compras, las protagonistas eran Capital at Work, Gestión de Patrimonios Mobiliarios y las mesas de Valencia y Barcelona de Société Générale.
