Mercados

Las nuevas normas del Ibex 35 golpean a Gamesa

La amenaza que las nuevas normas para las cotizadas del Ibex 35 suponen para la permanencia de Gamesa en el índice de referencia español le han pasado una factura en Bolsa de descensos de hasta el 4,5%. La renovable se situaba desde primera hora en los puestos de cola del selectivo aquejada de un nuevo éxodo inversor.

Ayer, ya al cierre del mercado, el Comité Asesor Técnico de los índices Ibex indicaba que la permanencia de un valor entre los 35 grandes de la Bolsa española solo estará asegurada mientras su capitalización sea superior al 0,3% de la media del selectivo. Un requisito que, hoy por hoy, Gamesa se queda lejos de poder cumplir debido al castigo que acumula desde que terminaron las primas a las energías renovables en nuestro país y algunos de sus mercados clave como EEUU, de donde recientemente ha repatriado su primer proyecto de energía eólica marítima.

Mientras que otros valores que se encuentran en una situación similar a la de Gamesa han logrado capear bien esta amenaza ante la expectativa de que de aquí a diciembre -cuando entrará en vigor esta nueva norma- conseguirán remontar en Bolsa, la falta de perspectivas de mejora a medio plazo para el negocio de la compañía vasca ha provocado una nueva estampida de inversores en el valor.

En lo que va de año, Gamesa ya ha perdido un 50% de su valor en Bolsa. Un porcentaje que es, según los expertos consultados, la clara expresión de la falta de perspectivas de negocio que ha llevado a la compañía formular un expediente de regulación de empleo de extinción en su planta de Medina del Campo, en la provincia de Valladolid. Aunque por fundamentales es una compañía sólida, las apuestas bajistas que se ciernen sobre un 6,43% de su accionariado no le permiten levantar cabeza y gran parte de los expertos únicamente recomiendan el valor para la toma de posiciones especulativas.

Este miércoles, el volumen de negocio en la compañía era muy inferior a su media anual al ecuador de la jornada. En las ventas, los gestores más activos eran los de JP Morgan, Crédit Agricole-Chevreux y Morgan Stanley. Mientras, las compras eran territorio de las mesas de operaciones de Renta 4, UBS y Société Générale.

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