Cementos Portland, la filial de áridos del grupo FCC, ha convocado a sus accionistas a una junta extraordinaria el próximo 7 de noviembre en la que, si todo va según lo esperado, se aprobará una ampliación de capital por 100 millones de euros como mínimo para avanzar en el ambicioso programa de refinanciación de deuda de la cotizada.
La fecha ha sido comunicada a través de un hecho relevante ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores, ya que la cementera necesita contar con el beneplácito de sus inversores para llevar a cabo la operación, para la que aún no ha trascendido calendario ni cuantía definitiva. Sí se sabe, por anteriores notificaciones, que la ampliación tendrá un importe mínimo de 100 millones de euros, tal como lo había solicitado la banca acreedora para avanzar en el programa de reestructuración de una deuda que asciende a 1.480 millones.
Un programa de refinanciación acordado con sus 31 entidades acreedoras que, además, se enmarca dentro del proyecto NewVal que, con horizonte 2013, pretende redefinir la compañía al complejo contexto económico actual que, especialmente, está golpeando al sector de la construcción. Razón por la cual Portland Valderribas se ha visto obligada a plantear ya algunos expedientes de regulación de empleo en varias de sus áreas de negocio.
La ampliación, que los analistas esperan que se apruebe sin problemas por lo que supone para el refuerzo a futuro de la compañía, ya se ha ganado el compromiso de la matriz FCC, dueña de un 70% de la cementera para cubrirla en su totalidad en el caso de que ningún otro inversor optase por acudir a la operación. No solo eso, sino que la constructora está dispuesta a aportar hasta 200 millones de euros adicionales con el objetivo de asegurar el fortalecimiento de una marca que se enfrenta a una demanda de áridos tan mínima que es comparable a la de los años 80.
