Mercados

Vuelve la fuga de capitales a los depósitos, ahora hacia fondos de inversión

La fuga de depósitos sigue afectando a los bancos españoles. Sin embargo, ahora parece que los inversores no buscan alternativas fuera de las fronteras del país, sino que prefieren apostar por los fondos de inversión. El miedo a que un eventual rescate mermase sus ahorros como ocurrirá en Chipre y la desaparición de los ‘extratipos’ parecen haber favorecido este cambio de tendencia.

Ha sido la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la que ha apuntado hacia esta rotación de carteras. En su boletín del primer trimestre de este año 2013, el supervisor de mercados dice haber percibido nuevas suscripciones netas en fondos de inversión que contrastan con la caída de patrimonio y partícipes registrada a lo largo del pasado ejercicio. Algo que se debe, dice el informe, «en gran medida, a un cierto trasvase de fondos desde los depósitos bancarios».

Pese a todo, el gabinete que preside Elvira Rodríguez advierte de que las perspectivas de estos fondos de inversión «continúan siendo complejas” a causa de la “limitada capacidad de ahorro de las familias». Una limitada capacidad que, por las incertidumbres y recortes que hoy por hoy pesan sobre los tradicionales depósitos bancarios, parecen querer aprovechar mejor recurriendo a estos productos, también habituales pero vinculados exclusivamente a su propia fluctuación, dicen varios gestores de carteras.

A lo largo de 2012, el patrimonio total de los fondos de inversión cayó por enésimo año consecutivo. Esta vez, un 6,3%, hasta los 134 millones de euros, una cifra que no se veía en el sector desde la segunda mitad de la década de los noventa, como señala la propia CNMV. Igualmente, el número de partícipes se redujo en casi medio millón, hasta quedarse en 4,41 millones. Además, el número de fondos se redujo en 125, por fusión con otros o por desaparición a consecuencia del duro castigo a los mercados de inversión, con especial ímpetu en los denominados periféricos de la Eurozona.

En su conjunto, las empresas de servicios de inversión (ESI) sufrieron un descenso del 78% en su beneficio agregado antes de impuestos. Consecuencia directa, remarca el supervisor, del descenso en el volumen de negociación y, por tanto, de los ingresos relaciones con sus líneas tradicionales de negocio. Así, el número de entidades en pérdidas se mantuvo un año más, si bien estos números rojos se incrementaron de forma «notable», destaca el boletín trimestral.

La crisis también se dejó notar en las empresas de asesoramiento financiero (EAFI), una figura introducida en España en el año 2009. Las cifras del ejercicio pasado dan cuenta de «ciertos síntomas de ralentización» como son la caída del 14,5% en volumen de patrimonio asesorado y del 8,5% en el número de contratos suscritos. Y eso a pesar de que se crearon 19 nuevas sociedades de este tipo. Su patrimonio asesorado correspondió en un 78% a clientes profesionales frente a solo un 22% de minoristas.

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