Hace un año, la Bolsa española probó el sabor más amargo de la actual crisis económica. Con la prima de riesgo desatada por encima de los 600 puntos, el Ibex 35 llegó a marcar 5.956 puntos. Desde aquel fatídico 24 de julio de 2012, el selectivo madrileño ha sido capaz de remontar un 39%. Una suerte que no ha sido igual para todas las cotizadas en Madrid.
Dos compañías que han recuperado posiciones prácticamente a la par que el Ibex 35 han sido Grifols y FCC. Las acciones de tipo A de la farmacéutica han sumado un 40,85% a una gráfica alcista en los últimos años. La euforia por el positivo impacto de la compra de la estadounidense Talecris ha ido amainando y, así, las órdenes de compra se han ido moviendo muy en sintonía con el devenir de la Bolsa de Madrid, aunque a menudo en su contra gracias a su carácter refugio.
En el caso de FCC, la progresiva relajación de la prima de riesgo, que se mueve en cotas próximas a los 300 puntos enteros -la mitad que hace un año- y su ambicioso plan de reestructuración de negocio en matriz y filiales la han sacado de sus mínimos interanuales. En el año que cuenta desde aquel fatídico día de mínimos generalizados desde que se desatara en 2008 la actual crisis económica, la presidida por Esther Alcocer Koplowitz remonta un 37,62%.
Una cifra más que modesta si se compara con el explosivo rebote del 432% que en este tiempo se ha apuntado Gamesa. Tras sufrir con fuerza la mordida de los bajistas al punto de ser una de las cotizadas españolas favoritas por los amantes de las prácticas más especulativas, la revisión en profundidad de su plan estratégico, abultados despidos de por medio, y la exploración de nuevos mercados la han llevado a cotizar a precios no vistos incluso desde el año 2011, cuando comenzaron a golpear su gráfica de cotización los primeros rumores en torno al freno de las energías renovables en España y otros países europeos.
Explosiva también, aunque a una más que abultada distancia, están los ascensos de Atresmedia (+173%) -entonces Antena 3 Televisión- y Sacyr (+169,7%) -entonces aún con el apellido inmobiliario Vallehermoso. En el caso de la primera, la integración de La Sexta y un mercado publicitario que no parece deteriorarse tanto como hace unos meses pronosticaban al unísono las principales casas de análisis internacional han sido sus principales catalizadoras. En la presidida por Manuel Manrique, el vuelco que éste promovió en su estructura de negocio y su focalización en construcción y servicios auxiliares, dejando de lado lo inmobiliario y patrimonial, junto a recurrentes rumores de venta con su abultada participación en Repsol han sido protagonistas.
Al otro extremo de la tabla de revalorizaciones de la Bolsa española, dos financieros cuya posición ya sorprende a pocos a estas alturas. El ya retirado Banco de Valencia (-92%) sufrió la puntilla definitiva con la llegada de sus antiguos preferentistas a su accionariado. Desde entonces, sus acciones no fueron capaces de remontar del céntimo de euro a la espera de su absorción por CaixaBank que esta misma semana se ha producido. Muy de cerca le acompaña Bankia, que tras su efectiva nacionalización cotiza un 91,7 más barata que por aquel entonces en que formaba parte del castigado Ibex 35.
Codere (-62%), Sniace (-53%), Vértice 360º (-48%), Amper (-40%) y Prisa (-27%) completan la lista de los bajistas más castigados. Las dudas en torno a la viabilidad de su actual modelo de negocio que incluso sus auditores de cuentas han puesto encima de la mesa, su abultada deuda cada vez más complicada de refinanciar debido a la restricción de acceso al crédito bancario y la falta de avances en sus líneas de negocio estratégicas como la expansión por Latinoamérica o el asalto a la privatización de las televisiones autonómicas pesan sobre sus gráficas un año después del día más rojo de la Bolsa española desde la quiebra de Lehman Brothers.
