Amper celebra en Bolsa otros dos meses más libres de pagos a acreedores. La complicidad de los bancos prestamistas con su falta de liquidez aúpa a la cotizada en el parqué. Enrique Bañuelos es hoy un poco más rico que ayer. Amper, la compañía que el valenciano escogió para su regreso a las finanzas españolas, ha llegado a anotarse este martes alzas de hasta el 8% en Bolsa. Enérgico rebote después de haber conseguido librarse de pagos a acreedores por dos meses más a causa de su falta de liquidez.
A pesar de la euforia de los primeros cruces de sesión, el entusiasmo se ha ido apagando conforme ha avanzado la sesión, al punto de quedar los avances reducidos al 1,9%. Un porcentaje que, sin embargo, marca una notable distancia con respecto al 0,9% que ha caído el Ibex 35 a cierre de sesión y que lo ha llevado a perder de vista los 9.400 puntos que a primera hora frenaba sus caídas.
La falta de negocio en Amper, junto al cumplimiento de algunas de las exigencias que los acreedores habían puesto sobre la mesa, ha animado a los bancos a extender de nuevo el plazo para que la cotizada haga frente a sus obligaciones. En concreto, se han comprometido a no reclamar un solo céntimo a la tecnológica hasta el próximo 17 de febrero, cuando en virtud de su anterior pacto este mismo lunes podrían haber provocado la quiebra financiera de la firma.
Amper, con Enrique Bañuelos como accionista de referencia, ha venido esquivando el peor de los destinos desde el pasado mes de julio gracias a acuerdos de este tipo, conocidos como stand-still en jerga financiera. Desde aquel primer acuerdo, su fecha tope se ha ampliado ya hasta en tres ocasiones. Fuentes financieras comentan que los prestamistas han accedido a estas concesiones porque están mucho más interesados en cobrar en efectivo, aunque sea tarde, que en ejecutar garantías y quedarse con una compañía que a pesar de la llegada del empresario saguntino no termina de reflotar su negocio.
En estos dos meses que comienzan a contar en contra del futuro de Amper, su dirección buscará alcanzar el definitivo acuerdo de refinanciación de deudas que le salve de ir, como hasta ahora, de una prórroga de vencimientos a otra. Este hito es precisamente uno de los objetivos del plan de negocio que Bañuelos impulsó a su llegada a Amper. Más concretamente, es el eje central de su Plan de Optimización de la Estructura de Capital, como se ha recogido de nuevo en el pertinente comunicado remitido al supervisor bursátil.
Aún con una deuda financiera neta de 131,5 millones de euros a cierre del pasado mes de septiembre, el volumen de negociación ha alcanzado los 875.043 títulos, superando en casi cuatro veces su media anual diaria. Los brókeres más activos del lado de las compras han sido los de Inversis Banco, mientras que las ventas las han liderado los de Banco Sabadell.
