Sigma y Shuanghui siguen ganando posiciones en el capital de Campofrío. El último gran accionista en vender por ahora ha sido el presidente de la cotizada. La toma de control de Campofrío por parte de los mexicanos de Sigma y los chinos de Shuanghui sigue avanzando. Uno de los últimos en rendirse a sus encantos ha sido el presidente de la compañía, Pedro Ballvé, que se ha desprendido de todas las acciones que controlaba del grupo cárnico por debajo del precio de la OPA.
En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Ballvé explica que ha vendido los 9,15 millones de acciones de Campofrío que aún tenía en cartera. Lo ha hecho a razón de 6,8 euros por título, diez céntimos de euro por debajo de lo que chinos y mexicanos han prometido pagar por las acciones del grupo después de haber acordado una OPA conjunta por la cotizada española.
No obstante, la operación de venta aún queda pendiente de que las autoridades den su visto bueno definitivo al desembarco de los mexicanos, que siguen ganando posiciones en el marco de su OPA y ya controlan más de un 45% del capital de la española. Además, explica el máximo directivo de la firma al supervisor bursátil, quedan pendientes de solución algunas garantías bancarias formuladas sobre las acciones vendidas y vinculadas a las varias sociedades con las que Ballvé gestionaba su antigua participación.
El paso por caja del presidente, que se ha asegurado su permanencia en el cargo bien triunfe o fracase la oferta de Sigma y Shuanghui, se llevó a cabo a través de dos operaciones fuera de mercado celebradas los pasados 20 y 23 de diciembre. Sin embargo, hasta ahora no se ha rendido cuenta del movimiento a la CNMV.
