El paso de Abengoa al scrip dividend ha tenido premio. Las acciones de la compañía han recuperado los 4,00 euros por título con fuertes alzas en la Bolsa de Madrid. Abengoa se suma al dividendo en acciones. La compañía ha optado por esta vía mientras prepara el debut bursátil de su filial en EEUU y los inversores han aplaudido la noticia con alzas del 4,2% para sus títulos a esta orilla del Atlántico. Este cambio de método ha facilitado a la renovable proponer un pago a inversores un 54% más generoso.
El consejo de administración de Abengoa ha propuesto un dividendo total de 0,111 euros por acción a cuenta de los resultados del pasado ejercicio 2013. Una partida más generosa que los 0,072 euros por título del año anterior, si bien esta vez se busca reducir el pago en efectivo mediante la fórmula del scrip dividend.
Con este mecanismo, los inversores de la renovable sevillana podrán optar entre el tradicional cobro en efectivo y la recepción de nuevas acciones sin coste de emisión. El objetivo de las compañías que optan por esta vía es, además de conseguir una más sólida participación de los inversores, un menor desgaste de caja fuerte combinado con un progresivo refuerzo de capital en función del número de inversores que finalmente escojan el pago en especie.
Para animar aún más la negociación en torno al valor y la búsqueda de posiciones en su capital, ayer se confirmaba que la compañía remitía al supervisor de mercados estadounidense un folleto confidencial para lanzar una oferta pública de acciones ordinarias bajo la modalidad de ‘yielco’, tal y como desde hace días se venía especulando en los parqués internacionales. Aunque aún no se han dado datos en torno a este movimiento, los primeros cálculos hablan de valoraciones cercanas a los 1.000 millones de dólares.
Gracias al enérgico rebote de este martes, las acciones de tipo A de Abengoa -las tradicionales y con derecho a voto- han recuperado la cota de los 4,00 euros por acción que probaban precisamente la semana pasada espoleadas por las posibilidades que se barajaban para su desembarco en Wall Street. El volumen se mantenía dentro de su media. Los brókeres de Banco Santander y Mercavalor lideraban las compras, mientras que las ventas las comandaban los mostradores de Banco Sabadell.
