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Colonial estrena su macroampliación de capital con descalabro del 11% en Bolsa

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Colonial se ha vestido de rojo en el estreno de la ampliación de capital con la que Villar Mir ha tomado el control de la inmobiliaria. Caídas de hasta el 11% a la cola del Continuo. Día de estreno para Colonial al que sus propios accionistas se han encargado de aportar la alfombra roja. La compañía ha estrenado la macroampliación de capital con caídas del 11% en el parqué. Juan Miguel Villar Mir y sus socios de inversión han visto a su recién estrenada participación perder el soporte de los 0,60 euros por título.

Aunque las caídas se teñían de un rojo de intensidad variable a lo largo de la jornada, el castigo se hacía mayor conforme avanzaba la negociación. El baile de participaciones, el paso por caja de algunos inversores y la especulación en torno al futuro de Colonial daban lugar a un hasta hoy insólito volumen de 123,6 millones de acciones al cierre del parqué madrileño. Una cifra que daba solidez al movimiento bajista que hoy lastraba la gráfica de la volátil inmobiliaria.

El efecto de las ventas por las que algunos inversores optaban al haber recibido sus nuevos títulos se amplificaba por el rebote del 6% que en la recta final de la sesión de ayer conseguía salvar la compañía pese a haberse mantenido a la baja durante la mayor parte de la jornadas. El desplome de una compañía que no hace tanto acariciaba los 2,00 euros por acción ha sido tal que su gráfica ha regresado a sus cotas más bajas de las últimas dos semanas.

La ampliación de capital por 1.263 millones de euros que quedó íntegramente suscrita en su primera ronda de asignación, ha tenido un estreno marcadamente bajista pese a la noticia de que algunos viejos accionistas del grupo inmobiliario han regresado a su capital. La marcha de Coral Partners que ayer sorprendía al mercado hoy se convertía en regreso al conocerse que, pese a haber hecho caja con su antigua participación, retuvo los derechos sobre la emisión de nuevos títulos que después ha suscrito y le han permitido recuperar una posición que, según algunas fuentes del mercado, estaría muy próxima al 7% del nuevo y más extenso mapa accionarial de la compañía.

Si bien el apetito inversor en la fase de colocación fue tan alto que la demanda alcanzó los 8.822 millones, tres veces el volumen final de la operación, la inmobiliaria parece aquejada de empacho este miércoles. Los analistas técnicos ya venían alertando de esta posibilidad dado que el precio desembolsado por los titulares de las nuevas acciones no habría superado los 0,56 euros unitarios, por lo que incluso tras el descalabro de este miércoles, los inversores seguirían obteniendo ganancias con la venta de sus títulos recién estrenados. No así para aquellas acciones antiguas que en 2007 llegaron a cotizar a casi seis euros por acción.

El desembarco definitivo del presidente de OHL, que ya se formalizó ayer con la inscripción de la ampliación de capital en el Registro Mercantil, ha supuesto el cumplimiento del último requisito pendiente “para la disposición del nuevo contrato de financiación” pactado entre Colonial y sus bancos acreedores. En este sentido, la mayor parte del importe recaudado en la operación se destinará al pago de un crédito sindicado vigente desde 2007, concedido justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria en España, así como a los compromisos derivados de otros préstamos bilaterales.

Los gestores de Credit Suisse dominaban sin rival el lado de las ventas que se imponían en la negociación de Colonial este miércoles. Del otro lado, eran los de CM Capital Markets y JP Morgan los que casi a la par mostraban más ahínco. GVC Gaesco y Auriga Securities se dedicaban al trading aprovechando los bruscos movimientos de precio de la compañía, con posiciones equilibradas a uno y otro lado de la ventanilla inversora.

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