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La millonaria Carolina Masaveu intenta hacer negocio con las quiebras de Pescanova y La Seda

Instalaciones de Pescanova

Una de las ‘benjaminas’ de la saga empresarial Masaveu ha vuelto a salir de compras de alto riesgo por la Bolsa. En Pescanova ya supera a los Carceller y estrena papel protagonista en la quiebra de La Seda. La heredera de una de las grandes fortunas de Asturias ha vuelto a salir de compras por la Bolsa. Y de nuevo ha escogido compañías en serios apuros financieros. Al borde de la quiebra. Carolina Masaveu ha tirado de chequera en un mercado vetado a los pequeños inversores para engordar cartera con descuento en Pescanova y entrar en La Seda de Barcelona.

Como en las últimas ocasiones en que la insigne representante de la quinta generación de la saga asturiana Masaveu ha salido de compras, las operaciones han tenido lugar en el Mercado para Operaciones Especiales de la Bolsa de Barcelona. Sólo que en esta ocasión la inversora se ha cuidado de dar detalles monetarios al respecto de sus incursiones por un mercado que está vetado a los pequeños inversores y que se reserva a las compañías cotizadas cuya negociación está suspendida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Precisamente es a este organismo supervisor al que ha tenido que dirigirse Carolina Masaveu para notificar su nueva condición como accionista destacada de las dos compañías en apuros. En Pescanova ya ostentaba un peso del 3,74% gracias a una operación similar que cerró el pasado mes de agosto. Ahora, justo en el momento en que se dirime el destino final de la piscícola gallega, la asturiana es dueña de un 7,133% de sus acciones. Un paquete que podría haber comprado a precio de derribo, pues en su anterior adquisición apenas pagó 0,0001 euros por título.

En el caso de La Seda de Barcelona, inmersa también en un complejo concurso de acreedores, la heredera de los Masaveu ha alcanzado una participación del 5,195% de una sola tacada. En este caso, el precio satisfecho podría haber sido muy inferior al del caso anterior, pues ya antes de su retirada de Bolsa a consecuencia del inicio de la fase concursal cada una de sus acciones no se pagaba a más de 0,729 euros cada una. En el caso de Pescanova, en el momento de su retirada su gráfica de cotización rozaba los 6,00 euros unitarios.

Carolina Masaveu ha realizado todas estas operaciones a través de la sociedad patrimonial desde la que gestiona el devenir de su propia fortuna: Crisgadni. A precios de antes de la suspensión, el paquete de acciones de La Seda estaría valorado en cerca de 5,8 millones de euros, mientras que en el caso de Pescanova su peso iguala ya al del expresidente Manuel Fernández de Sousa (7,5%) y adelante incluso a la familia Carceller, que recientemente se ha visto obligada a renunciar a sus planes de controlar la gallega por las presiones de sus acreedores.

Mientras las disputas entre los portugueses de BA Vidro y el fondo Anchorage siguen sin facilitar la salida al concurso en La Seda, si bien los primeros se vienen imponiendo en los últimos meses, la luz al final del túnel parece cada vez más cercana en el caso de Pescanova. En cualquier caso, los inversores de ambas compañías siguen cautivos sin poder recurrir más que a operaciones extraordinarias como las que han otorgado un papel protagonista a una de las ‘benjaminas’ de la saga Masaveu, principales abanderados de la ‘asturianidad’ de Liberbank, la entidad heredera de Cajastur.

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